El movimiento Amarillos por Chile, que la fecha suma casi 31 mil integrantes, se declaró en “alerta máxima” por varios artículos aprobados en el Pleno de la Convención Constitucional para sumarse al borrador de la nueva Carta Fundamental, específicamente por el derecho a la autonomía otorgado a los pueblos indígenas.
En su último manifiesto, el grupo señala que ha levantado “Alertas Amarillas” desde febrero para advertir “sobre algunas propuestas de las comisiones que han confundido la sentida necesidad de transformaciones profundas que los chilenos quieren, con refundaciones desde cero, que la mayoría de los chilenos no quiere”.
“Lamentablemente, con el correr de las semanas, nuestra esperanza se ha ido transformando en decepción. Por eso, Amarillos por Chile nos declaramos en Alerta máxima”, apunta el escrito en razón de artículos que -a juicio de ellos- “están poniendo en peligro la idea de Chile como un Estado-nación“.
A modo de ejemplo, el comunicado plantea la aprobación del estatuto de nación a los pueblos originarios, así como de “un autogobierno al 12 por ciento indígena de la población, derecho a escaños reservados en todas las instancias y cuerpos elegidos -municipalidades, Cores, Congreso, etcétera-, violando así el principio esencial a toda democracia de un ciudadano, un voto”.
“Una cosa es promover la dignidad, reconocimiento de los pueblos originarios y de sus derechos; otra cosa muy distinta es decir que son naciones, facultados para legislar como quieran, organizarse como quieran, e impartir justicia de la manera que ellos quieran”, cuestionó el movimiento, argumentando que de esta forma, los pueblos podrían “declarar que en sus territorios no rige la ley chilena ni puedan ingresar ni actuar las fuerzas de orden público o cualquier otra institución del Estado”.
LA PROPUESTA DE “AMARILLOS”
Por ello, “como alternativa a esta propuesta radical y extrema“, Amarillos por Chile propone “el reconocimiento constitucional a los pueblos originarios, respeto por su cultura, lengua y costumbres y también escaños reservados, pero en proporción al número de votantes“.
“Amarillos abogamos, además, por un Estado descentralizado, regional y comunal. Creemos que el centralismo ha sido malo para Chile, pero existen alternativas mejores a éste que las propuestas en la Convención, que abre una verdadera ‘Caja de Pandora’ de muchas autonomías que pueden terminar desmembrando al Estado”, agrega el escrito.
Tal como en sus primeras declaraciones, el grupo reafirma que “este nuevo texto Constitucional está, hasta ahora, pecando del mismo vicio de la Constitución del 80, cuando se quiso imponer un modelo fuertemente ideologizado al país, pero esta vez de signo inverso”, y asegura que un triunfo con una mayoría reducida en comparación al Plebiscito de entrada “sería una victoria pírrica: una Constitución que defraude la esperanza nacida de un amplio Apruebo. Una derrota disfrazada de victoria“.
“Nos declaramos en estado de profunda alerta y reflexión, y acompañaremos a los chilenos en las semanas que vienen, insistiendo en que no nos coloquen en el dilema de elegir entre una Constitución que ya rechazamos -la Constitución vigente-, y una nueva Constitución mal hecha y no representativa de una amplia mayoría”, concluye el texto.
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