Han pasado dos meses y dos días desde que Rusia decidiera invadir Ucrania. Y si bien el rechazo a la acción fue transversal, las últimas observaciones de representantes del Ejecutivo ruso parecen tensionar el escenario.
Lo anterior se debe a las últimas declaraciones hechas por Serguéi Lavrov, el canciller de Vladimir Putin: en una entrevista con la agencia Interfax, el canciller señaló que “realmente los riesgos (de una tercera guerra mundial) son más que considerables y no quisiera elevar esos riesgos artificialmente. A muchos les gustaría eso, pero el peligro es real y no debemos subestimarlo”.
“¿Cómo puede ser de otra manera si la OTAN esencialmente se involucra en la guerra con Rusia a través de un representante y está armando a ese representante? Guerra significa guerra”, agregó Lavrov, condicionando la respuesta de Rusia a lo que haga el organismo internacional.
Las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores fueron hechas antes de la reunión agendada para este martes con el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, quien viajó a Moscú para concretar una reunión con Lavror y Putin.
A modo de contexto, Guterres abogó por un alto al fuego en Ucrania “lo antes posible”: “Lo que nos interesa mucho es encontrar los medios para crear las condiciones para un diálogo eficaz, para un alto el fuego lo antes posible, para una solución pacífica”.
El jueves, la máxima autoridad de la ONU viajará a Ucrania, donde concretará una entrevista con Dmytro Kuleba, el canciller local, y el presidente Volodímir Zelenski.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, comprometió continuar con el apoyo a Ucrania. Además, garantizó que junto al gesto norteamericano está también el respaldo de otros 40 países, los que, según señaló, seguirán “protegiendo a Ucrania”.
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