El rápido incremento de la población penal extranjera en los recintos penitenciarios del extremo norte del país ha generado preocupación entre los funcionarios de Gendarmería, institución que reveló que el número de reclusos foráneos en la zona ya superó a los connacionales.
Según consignó El Mercurio, la situación también podría generarse en otras regiones próximamente. Además, existe preocupación por el perfil de los detenidos extranjeros, ya que, según advirtió Gendarmería, son de mayor peligrosidad y muchos están asociados al crimen organizado.
Al respecto, datos de Gendarmería revelaron que, al 31 de diciembre pasado, los reclusos extranjeros en la Región de Tarapacá representan al 50,4% (1.387 de los 1.749 internos). En esa línea, en el Centro Penitenciario de Alto Hospicio, 1.100 reclusos eran foráneos de un total de 2.298.
A Tarapacá le siguen las regiones de Antofagasta, donde los internos extranjeros representan el 35,2% de la población penal; y también Arica y Parinacota, donde ya alcanzaron el 33,5%.
“Cuando una persona queda en prisión es porque ha cometido delitos graves, no es un hurto en un supermercado; y si es un extranjero, para nosotros no tiene antecedentes, porque no tenemos el registro internacional”, afirmó al respecto el fiscal regional de Tarapacá, Raúl Arancibia.
“Muchas veces no sabemos cómo se llaman. La persona puede llegar a la condena con el nombre que dijo y quizás puede ser un psicópata que ha huido de varias cárceles en Sudamérica, pero puede llegar a una cárcel como un primerizo. Eso es peligroso”, enfatizó el persecutor al rotativo.
En tanto, el presidente de la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios (ANOP), Mario Benítez, sostuvo que “el perfil de este tipo de internos y la forma en que cometen los delitos son distintos. Son mucho más violentos. Por eso es tan necesario hacer una segregación, una segmentación (…).