Es la causa de hospitalizaciones e infecciones respiratorias agudas del 2% a 3% de los lactantes sanos, y del 40% a 50% de neumonías y bronquiolitis de todo el año. Hablamos del Virus Respiratorio Sincicial (VRS) que genera una infección del tracto respiratorio inferior en personas de todas las edades.
El último informe de Vigilancia de Virus Respiratorios, elaborado por el Instituto de Salud Pública, evidencia que efectivamente el VRS es hoy el de mayor circulación con un 43,5%, aumentando casi cuatro veces en comparación con mayo de 2019, el cual afecta principalmente a niños y niñas de 1 a 4 años.
“Cuando el virus se enfrenta por primera vez con el niño, por lo general, antes del año de edad, tiene gran riesgo de infección severa, la cual inflama la pequeña vía aérea generando un cuadro obstructivo con dificultad respiratoria”, señala la Dra. Edymar Salazar, pediatra de Clínica Tarapacá
Además, “los menores de seis meses suelen hacer cuadros más graves, y existe mayor preocupación en niños prematuros, con o sin displasia broncopulmonar, cardiópatas, enfermedad pulmonar crónica o con alguna otra enfermedad de base”, asegura.
De las 2.697 muestras analizadas del 22 al 28 de mayo, 1.239 resultaron positivas para virus respiratorios. De ellas, el virus sincicial fue detectado 539 veces, siendo el con mayor frecuencia. En la misma semana, pero de los años 2018 y 2019, hubo 152 y 110 casos respectivos.
Según el estudio, los virus respiratorios que han tenido mayor impacto en la población chilena luego del Sincicial es la Parainfluenza con un 20,9%, la Influenza con 18,2%, el Metapneumovirus con 8,6%, el Adenovirus con 4,8%, le sigue el Sars-Cov-2 con 3,8% y finalmente, la Influenza B con un 0,3% de contagios.
Sin embargo, el aumento considerable del VRS preocupa, sobre todo por su impacto en adultos mayores, inmunodeprimidos, personas con enfermedades cardíacas, respiratorias y lactantes, dado que en los meses de julio y agosto tienden a evidenciar el peak de esta enfermedad que, anualmente deja a un promedio de 5 mil niños internados bajo cuidados especiales a lo largo de todo Chile.
Por lo general, los síntomas comienzan a aparecer entre 4 y 6 días después de la infección. “Estos suelen ser congestión nasal, poco apetito, fiebre, tos, estornudos, sibilancias, pudiendo evolucionar con dificultad respiratoria agravada hasta la necesidad de hospitalización con apoyo de oxígeno en la unidad de pediatría básica, hasta ingresar a UCI pediátrica”, señala la Dra Edymar Salazar.
Es fundamental, estar atento a los síntomas que podrían dar luces de un contagio común o ya una infección más severa. Algunas de las advertencias que señala la pediatra de Clínica Tarapacá, es acudir rápidamente al servicio de urgencias si el niño o la niña presenta:
· Respiración rápida
· Hundimiento de tórax
· Pausa respiratoria o apnea
· Quejido al respirar
· Cianosis (palidez)
· Fiebre mayor a 38,5°
· Irritabilidad
· Rechazo total alimentario
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