“También experimentamos la privatización de la respuesta humanitaria, como en tantos otros ámbitos, y tenemos una respuesta humanitaria que es altamente costosa y altamente ineficiente y que no cumple con estandares mínimos de habitabilidad, protección e integración respecto a las personas que migran”.
En una reunión de trabajo en el Ministerio de Relaciones Exteriores participó el delegado presidencial de Tarapacá, Daniel Quinteros, tras invitación del director general de Asuntos Consulares, Inmigración y de Chilenos en el Exterior, embajador Rodrigo Donoso, para que expusiera la situación de los migrantes venezolanos, aprovechando la presencia del representante especial conjunto de la Agencia de la ONU para los Refugiados, Acnur, y de la Organización Internacional para la Migración, OIM, para los Refugiados y Migrantes de Venezuela, Eduardo Stein.
En su exposición, el delegado presidencial precisó que venía de una región que ancestralmente ha sido una región circulatoria, “una región transfronteriza, como pocas, y que sabe convivir con la migración, pero que en el último tiempo ha visto una política fallida en materia migratoria, una política que no ha sabido hacerse cargo ni de los derechos humanos de las personas que migran ni de los derechos humanos de los pueblos que habitan el altiplano ni de los derechos humanos de las personas en las comunidades de acogida, particularmente en las ciudades de Iquique y Alto Hospicio”.
En ese ámbito, señaló: “Hemos tenido durante los dos últimos años una situación muy compleja, somos la puerta de entrada y nos hemos convertido particularmente en la puerta de entrada del flujo venezolano, a partir de mayo de 2019 cuando se implementa el visto consular respecto de las personas venezolanas y eso produjo un re-direccionamiento de los flujos desde Chacalluta en Arica hacia Colchane haciendo cada vez más pelgrosa la ruta por la cual las personas ingresan al país”.
En el marco de la fallida política migratoria, expuso: “Hemos también experimentando la privatización de la respuesta humanitaria, como en tantos otros ámbitos, y tenemos una respuesta humanitaria que es altamente costosa y altamente ineficiente y que no cumple con estandares mínimos ni de habitabilidad, protección ni de integración respecto a las personas que migran”.
Finalmente, el delegado presidencial regional de Tarapacá, Daniel Quinteros, precisó: “Yo no quiero plantear la migración en términos de oportunidad ni de problemas sino que creo que es una responsabilidad del Estado hacerse cargo de los derechos de todas las personas sin distinción.Y me gustaría dejar planteada en esta mesa una petición: nosotros somos una región extrema, una región históricamente abandona por el Estado en muchas materias, en muchos ámbitos, y que por lo tanto no tenemos hoy día capacidades instaladas para poder hacernos cargos de la gestión, del circuito, del flujo ni de los albergues que tenemos en la región. Hemos respondido con medidas parches, digamos, a través de la autoridad sanitaria, de la delegación presidencial y privatizando gran parte de esta oferta, pero no tenemos un circuito claro,ordenado y que proteja.
Y allí tenemos el peor escenario porque no somos capaces como Estado de controlar ni de proteger a la población que migra ni a la comunidad de acogida”.
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