Expertos y participantes internacionales fueron parte del Gran Encuentro de la Agricultura del Desierto

El Gran Encuentro de la Agricultura del Desierto, realizado en la provincia
de El Tamarugal, demostró ser un punto de convergencia para discutir y explorar el futuro de la
agricultura en zonas áridas. Organizado bajo el alero del proyecto “Viraliza Eventos” de Corfo, y
con la colaboración de Waki Labs, el Consorcio del Desierto, Codessert, la Sociedad Nacional de
Agricultura (SNA) y la Universidad Arturo Prat (UNAP), reunió a académicos, técnicos, productores
y expertos internacionales.

Catalina Cortés, directora regional de Corfo, reafirmó el compromiso de la corporación estatal con
los emprendedores agrícolas del Tamarugal, destacando que las inversiones realizadas a través del
Comité de Desarrollo Productivo de Tarapacá están orientadas a potenciar iniciativas sostenibles y
económicamente rentables. Estas acciones buscan no solo promover el desarrollo de proyectos
que respeten el medio ambiente, sino también asegurar la estabilidad económica de las Pymes
locales, brindándoles el apoyo necesario para crecer y prosperar en una región que enfrenta
desafíos específicos en términos de sustentabilidad y recursos.

Claudia Monsalve, directora del Consorcio del Desierto, celebró la alta convocatoria del evento:
“En la primera jornada esperábamos entre 200 y 300 personas, pero llegaron más de 600, no solo
de Chile, sino también de otros países. Esto demuestra el interés global en la agricultura del
desierto y abre la puerta a nuevas oportunidades de colaboración y desarrollo.”

Patricio Wakilabs también destacó el carácter internacional del encuentro, señalando la presencia
de participantes y expositores de países como Estados Unidos, Honduras, Ecuador y México. La
amplia participación y el intercambio de conocimientos han generado altas expectativas para
futuras ediciones del evento, con la posibilidad de que nuevas empresas se instalen en la zona.
Raúl Castillo Villagra, director de Innovación de la UNAP, destacó la importancia de la universidad
en el desarrollo agrícola de la región: “Estamos muy involucrados en el territorio mediante nuestro
conocimiento. Hemos demostrado ser líderes, especialmente en el desarrollo de una nueva matriz
productiva desde el punto de vista de la agricultura en el desierto.” Castillo también resaltó
proyectos específicos como LabAncestral, Xerojardinería y su cultivo de plantas xerófilas en la
costa y el exitoso Proyecto Vino del Desierto, que ya está transfiriendo tecnología a otros
agricultores.

El interés internacional por la agricultura en el desierto se manifestó con la presencia de expertos
de la NASA, la Universidad de California y el Instituto de Tierras Áridas de Túnez. Ramiro Lobo,
asesor técnico de la Universidad de California en San Diego, comentó sobre el impacto positivo del
evento: “He quedado gratamente sorprendido con la participación y el entusiasmo. Este
encuentro es una muestra genuina del interés en el desarrollo agrícola en zonas áridas y pienso
que hay mucho potencial para desarrollar aquí.”

La Macrozona Norte de Chile enfrenta desafíos únicos, como la escasez de agua de buena calidad y
la alta radiación solar. Sin embargo, Cristian Cuevas Vega, seremi de Ciencia de la Macrozona
Norte, subrayó la importancia de estas características como oportunidades de desarrollo: “Cerca
de 2000 millones de personas en el planeta viven en zonas áridas, y en la Macrozona Norte hemos
hecho agricultura en estas condiciones por siglos. Este evento reúne a la industria, la academia y el
sector público para avanzar hacia una agricultura del futuro, sustentable y sostenible.”
Bruce Link, científico de la NASA, también enfatizó los desafíos y las oportunidades del norte de
Chile: “La escasez de agua es un reto, pero esperamos encontrar cultivos de alto valor que puedan
abrir nichos de mercado y estimular la economía local. La adopción de tecnologías eficientes que
reduzcan el consumo de agua es fundamental para el éxito de la agricultura en el desierto.”

La jornada concluyó con un llamado a la acción para continuar desarrollando iniciativas que
fortalezcan la agricultura del desierto, un modelo que no solo podría asegurar la seguridad
alimentaria en zonas áridas, sino también posicionar a Chile como un líder en innovación agrícola a
nivel global.