El presidente de Argentina, Javier Milei, ha puesto en marcha un ambicioso plan de reformas en el sistema penitenciario, inspirado en el modelo de El Salvador. Con el objetivo de reducir la delincuencia y mejorar las condiciones en las cárceles, Milei ha comenzado a implementar medidas drásticas que buscan transformar la justicia penal en el país.
En su reciente discurso, Milei anunció que su Gobierno ha iniciado la labor de “poner a trabajar a los presos de todo el país”. Esta estrategia, que ha generado controversia, se centra en erradicar los lujos y comodidades que, según el mandatario, disfrutaban los delincuentes en las prisiones argentinas. La decisión de “sacarles los celulares a los presos” es solo una de las primeras acciones de este plan. Continuar leyendo
El presidente afirmó que “se terminó el narcotráfico” dentro de las prisiones, dejando claro su compromiso de implementar cambios radicales en el sistema de justicia penal. Estas reformas han suscitado un amplio debate en la sociedad argentina, donde se cuestiona la efectividad y la ética de tales medidas.