Tal como se preveía, la primera votación del cónclave en el Vaticano no definió al nuevo papa, por lo que desde la chimenea de la Capilla Sixtina se observó humo negro.
Después de poco más de dos horas de deliberación y una vez iniciado el aislamiento de los 133 cardenales participantes, no se alcanzó consenso para elegir al nuevo pontífice.
De esta manera, el humo negro que emergió de la chimenea fue una señal clara de que ninguno de los candidatos al papado consiguió los 89 votos requeridos.
Las siguientes votaciones se realizarán el jueves 8 de mayo, distribuidas en dos bloques: dos sufragios por la mañana y dos en la tarde.