Este sábado marcó una nueva jornada llena de complicaciones para los colegios de mujeres que existen en Irán. Cientos de niñas tuvieron que ser hospitalizadas producto de una supuesta intoxicación con gas que tiene en alerta a grupos activistas que han señalado que este hecho se ha repetido en alrededor de 40 establecimientos educacionales a diferencia de los nueve que ha confirmado el Gobierno.
Estos problemas que se han conocido en los últimos meses, según un miembro del parlamento iraní, han afectado a más de 1.200 niñas, donde algunas de ellas han relatado sentir un fuerte olor a naranja, mandarina o pescado podrido antes de presentar síntomas como mareos, náuseas e imposibilidad de mover las extremidades.
“Les pidieron que abandonaran la clase y salieran al patio. Muchas de los alumnas empezaron a desmayarse en el patio. Hay niñas con asma y problemas de corazón en la clase de mi hija. Llegaron las ambulancias, la policía y el personal médico dio leche a las niñas”, dijo uno de los padres a la cadena británica BBC, donde se ha puesto una cifra que supera las 700 afectadas.
La situación ha tensionado el ambiente en las afueras de los colegios, especialmente en la capital Teherán, donde las familias han llegado a manifestarse contra las autoridades ante la poca reacción. Incluso, las estudiantes han quitado sus velos en señal de protesta gritando la consigna “mujer, vida y libertad“.
El ministro del Interior, Ahmad Vahidi, desmintió detenidos como responsables de la intoxicación y el presidente Ebrahim Raisi ha manifestado que la mayoría de las situaciones se han debido a estrés. El jefe de Gobierno asegura que la prensa internacional y “grupos mercenarios” pretenden generar una guerra sicológica al interior del país asiático.
El grupo “1500tasvir” reportó casos de envenenamientos con gas en más de una docena de ciudades donde además de Teherán aparecen Shahriar, Pakdasht, Borujerd, Safadasht, Lahijan y Rasht.