Con la entrada de bailes religiosos en el sector de la Iglesia Nuestra Señora de Lourdes de Cavancha y en la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de El Colorado, partieron ayer las celebraciones a San Pedro y San Pablo, que culminan hoy con la procesión de los santos por las calles y caletas de la ciudad.
En un clima de fraternidad y devoción, las calles de la ciudad se llenaron de colores y música, que se extendió ayer hasta cerca de la medianoche con la danza de diabladas, gitanos, promeseros, morenos, cuyacas, osadas y los bailes característicos que dan vida a las celebraciones religiosas de la región.
René Miguel González Gallo, misionero blanco de María Inmaculada y rector del santuario de Nuestra Señora Lourdes, señaló que es una festividad donde se celebran a dos grandes apóstoles y que marcan un hito importante para la iglesia naciente.
«Esta festividad se celebra con mucha emoción. Yo me fijé en la mayoría de las personas que asisten a la fiesta, donde hay promeseros, algunos de edad avanzada y también los chicos, los jóvenes, bailando. O sea, esto se pasa de generación en generación y yo creo que esto no va a morir nunca porque hay un sentimiento profundo y está dentro del corazón de cada uno de los participantes».
Fuente: Soy Iquique