
El escenario internacional se vuelve cada vez más tenso: Europa incrementa su gasto en defensa, mientras que Estados Unidos suspende el envío de información de inteligencia a Ucrania, profundizando el distanciamiento con sus aliados europeos.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, advirtió: «Hay que prepararse para que Estados Unidos no esté de nuestro lado».
A esto se suma la postura de China, que, en el contexto de la guerra tarifaria con Estados Unidos, aseguró estar dispuesta a enfrentar cualquier otro tipo de conflicto con Washington.
En las últimas semanas, los portavoces de la cartera china de Exteriores ya habían advertido a Estados Unidos de que no impusiera más aranceles o que, de lo contrario, tomaría represalias.
Y desde que entraron en vigor, el pasado día 4, algunos funcionarios chinos han elevado el tono: «Estamos listos para luchar hasta el final si EE. UU. desea una guerra, ya sea comercial o de cualquier otro tipo», proclamó la representación diplomática china en Washington.
«Ninguna guerra debe librarse ni puede ganarse», aclaró hoy el portavoz Lin Jian en la rueda de prensa diaria de la cartera, y también acusó a Washington de «incitar deliberadamente la confrontación ideológica» y de exagerar la supuesta «amenaza china».
El vocero urgió a EE. UU. a que deje de imponer «su lógica hegemónica», a que abandone su «mentalidad obsoleta de la Guerra Fría» y a que se abstenga de «usar la ‘competencia estratégica’ como pretexto para contener a China».
Por otra parte, China decidió ayer aumentar por tercer año consecutivo su gasto de defensa en un 7,2 %, haciendo oídos sordos a la propuesta estadounidense de recortar a la mitad el presupuesto militar de las grandes potencias en otra señal de que no está dispuesta a ceder ante Trump.