
El papa Francisco, aún convaleciente de su infección respiratoria, apareció este domingo en sillas de ruedas en el balcón de la logia central de la basílica de San Pedro para la bendición ‘Urbi et Orbi’ tras la misa del Domingo de Resurrección, ocasión en la que realizó un llamado para que “cese el fuego en Gaza, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente”.
Jorge Mario Bergoglio delegó la lectura del mensaje en el que tradicionalmente hace mención de los conflictos y males del mundo al maestro de ceremonias, Diego Ravelli. “Me siento cercano al sufrimiento de los cristianos en Palestina y en Israel, así como a todo el pueblo israelí y a todo el pueblo palestino”, escribió Francisco, quien brevemente y con voz débil dijo “feliz Pascua” ante miles de fieles congregados.
“Quisiera que volviéramos a creer que la paz es posible. Que desde el Santo Sepulcro —Iglesia de la Resurrección—, donde este año la Pascua será celebrada el mismo día por los católicos y los ortodoxos, se irradie la luz de la paz sobre toda Tierra Santa y sobre el mundo entero”, dice el texto. Además, pidió que en Gaza “cese el fuego, se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente, que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz”.