Tras ser respaldada de forma unánime por sus pares del pleno en una histórica votación, la ministra Gloria Ana Chevesich se convertirá la primera mujer en ocupar la presidencia de la Corte Suprema, cargo que asumirá el próximo 6 de enero.
Por tradición, correspondía que la exvocera del máximo tribunal recibiera este puesto, pero en los últimos días, se especuló sobre una posible división entre los magistrados frente a su candidatura, y la de María Angélica Repetto.
Sin embargo, tras ser elegida la tercera mayor autoridad de la República este lunes, Chevesich descartó que exista dicho escenario, apuntando que todos los miembros de la Suprema tienen derecho a sus propias opiniones, y que el objeto de la deliberación del pleno es justamente dirimir aquello.
«Al final se conversó, y se decidió que lo mejor era que asumiera yo por unanimidad (…) Todos tenemos aspectos positivos y negativos de nuestras personalidades: debilidades, flaquezas, fortalezas y capacidades. Y en el análisis de todos esos argumentos, se estimó que yo reunía los requisitos para ser nombrada como la nueva presidenta de la Corte Suprema de Justicia», explicó en un punto de prensa.
Respecto del complejo escenario que enfrentará al asumir el cargo, producto de casos como la «trama bielorrusa», la ministra relevó que «hace poco, aprobamos un Código de Ética Judicial, que es aplicable para el escalafón primario del Poder Judicial, y ahí se establecieron principios que deben regir el actuar de todos los miembros de la judicatura».
«En el evento de que surjan actos que puedan ser considerados faltas a la probidad o a la ética, se tendrán que iniciar las acciones pertinentes. O sea, si hay denuncias, se iniciarán los procedimientos respectivos», puntualizó.