La Asociación Chilena de Líneas Aéreas (Achila) y la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur) cuestionaron la paralización que se registró la semana pasada por parte de funcionarios de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
A través de un comunicado, aseguraron que el Gobierno tiene la obligación de adoptar medidas que eviten este tipo de manifestaciones en terminales aéreos.
En detalle, las entidades indicaron que la reciente paralización causó un daño de gran magnitud a decenas de miles de usuarios, que fueron impedidos de llegar a sus destinos y realizar sus actividades cotidianas, impactando negativamente también en la imagen del país.
Frente a esta situación, la gerente general de Achila, Carolina Simonetti, dio cuenta que su gremio “estima absolutamente inaceptable que, frente a todo el país, un grupo de presión haya actuado ilegalmente, perjudicando a miles de personas que necesitan transportarse”.
“El transporte aéreo es una actividad altamente estratégica y de utilidad pública, por lo que las autoridades no deben permitir que sea paralizada por grupos de presión“, puntualizó.