Al menos cuatro personas murieron y ocho quedaron heridas en un incendio de gran magnitud en una urbanización del distrito de Tai Po, en el norte de Hong Kong, donde el fuego se extendió rápidamente por el andamiaje de bambú instalado en uno de los bloques residenciales.
La policía, citada por la prensa local, informó que además de las víctimas hay personas atrapadas dentro de los tres edificios afectados, mientras las autoridades elevaron la intensidad del fuego a nivel 4 en una escala de 1 a 5 por su veloz propagación.
Una densa columna de humo, junto con la caída de partes del andamiaje, quedó registrada en imágenes difundidas en redes sociales y medios locales, al tiempo que varias carreteras cercanas debieron ser cerradas al tráfico.
El director de los Servicios de Bomberos, Andy Yeung Yan-kin, se dirigía al Hospital Príncipe de Gales para conocer el estado de un bombero herido en el operativo, de acuerdo con información citada por el South China Morning Post.
Más tarde se confirmó que dicho bombero fue uno de los cuatro fallecidos, junto a tres residentes, según un balance preliminar entregado a las 17:00 hora local .
El Observatorio de Hong Kong mantenía desde este lunes una alerta roja de peligro de incendio, advertencia que señala un riesgo extremadamente alto de incendios forestales o urbanos, considerando factores como humedad, velocidad del viento y sequedad de la vegetación.
Wang Fuk Court, el complejo donde se originó el siniestro, está en pleno proceso de renovación valorado en 330 millones de dólares hongkoneses (42 millones de dólares, 36,6 millones de euros), un proyecto que generó molestia entre muchos residentes el año pasado, recogió Radio Cooperativa.
El complejo incluye 1.984 viviendas y alberga a unos 4.000 residentes.
Un antecedente reciente
Este episodio forma parte de una serie de incendios vinculados a estructuras de andamiaje en Hong Kong, que han revelado fallas y debilidades en procesos de construcción y renovación urbana.
En octubre pasado, un incendio en el andamiaje exterior de la Torre Chinachem obligó a evacuar a decenas de personas, dejando además cuatro hospitalizados.
Las autoridades del Departamento de Edificios confirmaron entonces que la estructura del edificio no había sido comprometida, aunque detectaron materiales sueltos en la fachada que debían retirarse con urgencia.
Los trabajos de renovación en esa torre incluían reparaciones menores en muros exteriores y soportes de aire acondicionado, con el uso de cubiertas protectoras, redes y lonas estándar; el fuego se mantuvo limitado a la fachada sin dañar el interior.
En ese momento, expertos señalaron que chispas de soldadura o colillas de cigarrillos desechadas podrían haber originado el siniestro.
Estos casos refuerzan inquietudes persistentes sobre la seguridad de los andamios de bambú, ampliamente utilizados en Hong Kong por su ligereza y bajo costo, y que suelen estar expuestos a materiales inflamables, trabajos de renovación o fuentes externas de ignición, especialmente en una ciudad de alta densidad y con condiciones propensas a la sequía.